Fotodepilación o láser: pros y contras

La fotodepilación y la depilación láser se imponen cada día más y la cera tiene los días contados. Incluso los hombres se apuntan a estas dos formas de tener el vello bajo control y la demanda de fotodepilación no para de aumentar. Es fácil encontrar estos sistemas de depilación en centros de estética, clínicas e incluso peluquerías.

Además, las tecnologías de depilación no paran de mejorar. Las niñas y niños que nacen hoy no tendrán que preocuparse cuando lleguen a la adolescencia por los pelos del mañana.

¿Qué diferencia hay?

La diferencia radica en el tipo de luz empleada. Podríamos hacer el símil de que la depilación láser es un francotirador de los pelos, mientras que la fotodepilación (luz pulsada) es un bombardeo de la zona. La depilación láser es mucho más precisa y, mediante ella, es más difícil que se produzcan daños.

Pero no es apta para todo tipo de pieles. La piel negra o muy morena no puede beneficiarse de esta tecnología. De la misma forma, no es efectiva con el pelo canoso o con vello muy fino y claro. La fotodepilación es más versátil. Es adecuada para cualquier tipo de piel. Su principal inconveniente, en cambio, es que puede causar más quemaduras e irritaciones. En este caso es especialmente importante que lo aplique una persona experimentada y bien formada.

Los efectos secundarios

La depilación láser y la fotodepilación presentan pocos efectos secundarios si se tiene en cuenta el historial médico de cada persona (los tratamientos de depilación láser deben estar controlados por un médico y manejados por ayudantes técnicos sanitarios o expertos) y se evita tomar el sol al menos quince días antes y después del tratamiento.

Entonces, ¿cuál elegimos?

Para resumir, podemos decir que la depilación láser es mucho más precisa que la fotodepilación. El equipo láser aplica una luz monocromática (de un solo color), de manera que ésta luz es más fácil de absorber por la melanina. Las partículas de luz van en la misma dirección y en la misma longitud de onda a través del vello, acabando en la raíz y destruyéndola. Por tanto, el láser es más puntual, eficiente y preciso que la fotodepilación.

La fotodepilación (IPL o Luz Pulsada Intensa) es versátil y más segura. Aún así, es un tratamiento más lento, y necesita de más sesiones, porque no es tan efectivo.

En principio, la única ventaja que tiene es que es más adaptable a los tipos de piel y vello. La luz es de carácter policromático (de varios colores) y el haz de luz se mueve en todas las direcciones con distintas longitudes de onda y eso es lo que le resta efectividad a la fotodepilación.

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