La importancia de desarrollar competencias a lo largo de la vida
Es habitual escuchar aquella frase de que no es posible hacer las cosas siempre de la misma forma y esperar resultados diferentes. Esta máxima puede aplicarse prácticamente a todos los aspectos de la vida. Para experimentar cambios y notar las diferencias es necesario cambiar la manera en que hacemos las cosas y, para ello, es indispensable aprender nuevas competencias o skills.
Desarrollo de competencias en las empresas
En el mundo empresarial, por ejemplo, una organización no puede esperar crecer si no invierte en el desarrollo de competencias, siendo esto tan beneficioso para el negocio como para sus colaboradores y colaboradoras. De hecho, para que una empresa crezca sustentablemente es necesario entender cuál es su activo más importante.
Las razones más relevantes para que las empresas inviertan en la formación de su personal son:
– Perspectivas de carrera: es esencial que los colaboradores y colaboradoras no interpreten lo que hacen como un trabajo, sino como una carrera. Cuando aplican y desarrollan competencias, entienden fácilmente que lo que hacen es más que un trabajo o un medio para alcanzar un fin.
– Respuesta a los cambios tecnológicos y sociales: el mundo está en rápido y constante cambio. Los y las responsables necesitan tener la seguridad de que las personas que trabajan en la empresa poseen competencias o skills acordes al momento y el equipamiento necesario para lidiar con esos veloces cambios.
– Ventaja competitiva: el desarrollo de competencias va a estar siempre relacionado con la ventaja competitiva. Para destacar es necesario tener algo que nadie más pueda ofrecer.
– Crecimiento: el crecimiento es muy importante, ya sea personal o para las organizaciones. Los colaboradores y colaboradoras necesitan estar en constante evolución a través del aprendizaje y la experiencia.
Recualificar trabajadores y trabajadoras
Las empresas no se deben enfocar únicamente en quien ya posee funciones de liderazgo o gestión, sino también desarrollar o permitir el aprendizaje de quien está en posiciones menos cualificadas. En este sentido, el coaching personal puede ejercer un papel muy importante.
Muchas empresas prefieren optar por recalificar o mejorar las competencias de trabajadores y trabajadoras que ya forman parte de la empresa en vez (o además de) contratar a personas nuevas. Esta práctica puede ser mucho más ventajosa porque, además de ya existir un elevado grado de confianza en esas personas y en su trabajo es de gran valor tener personal que ya conoce bien la organización, el producto o las rutinas de trabajo. Este abordaje requiere la existencia de objetivos específicos para cada colaborador o colaboradora, así como entender cuáles son las competencias específicas que poseen actualmente y las que necesitan para futuros proyectos y desafíos laborales.
Con las nuevas tecnologías disponibles, aprender es cada vez más fácil, sea de manera presencial (particular o en grupo) o a través de cursos en línea. Los tutoriales y cursos en vídeo, o a través de videoconferencia, son métodos cada vez más normalizados en la actualidad, así como la oferta temática cada vez es más amplia. Puedes aprender a través de portales como Coursera, Khan Academy o LinkedIn Learning.
Cómo gestionar el desarrollo de competencias
El desarrollo de competencias, sea mediante la práctica o la teoría, comienza con la identificación de un futuro trabajo o proyecto. Las personas pueden usar la tecnología para automatizar, mejorar y escalar competencias a través de formaciones, entrenamiento o certificados (como se ha mencionado anteriormente).
La tecnología es, de este modo, un impulsor esencial que puede fácilmente ayudar a escalar iniciativas de desarrollo de competencias. Tras identificar la competencia que es necesaria aprender o desarrollar, el paso siguiente es definir el contenido educacional o programa, incluyendo la parte práctica. Una vez más, la tecnología puede ayudar a definir herramientas prácticas, así como todos los tutoriales, trabajos y pruebas.
La importancia de las soft skills
En una momento en que todo cambia constantemente, tener competencias profesionales, pero también personales y sociales, es esencial para dar respuesta a los desafíos del día a día. Los cambios extremos en las economías globales durante los últimos años han sido acompañados de la transformación tecnológica, que, por otro lado, estar impactando en la educación, en el trabajo y en casa.
Para lidiar de la mejor forma con el ritmo frenético de la vida moderna es absolutamente indispensable saber gestionar el estrés, la presión y la frustración. Estas competencias son llamadas, comúnmente, soft skills y son (o deberían ser) altamente valoradas por los cuadros administrativos. Las soft skills se desarrollan en el día a día, pero es también a través de la educación que estas se internalizan. Una sociedad educada es una sociedad formada por personas con capacidad de reflexión, competencias sociales y madurez emocional.
Beneficios para quien estudia
– Encontrar nuevas formas de pensar y solucionar problemas.
– Reconocer el impacto de sus acciones y aprender a ser responsable de lo que hace, en vez de culpar a otras personas.
– Construir confianza en sus skills orales, de colaboración y de cooperación.
– Analizar opciones, tomar decisiones y entender cómo aplicarlas fuera de la clase.
– Desarrollar un gran sentido del autoconocimiento y de apreciación de los demás.
Beneficios para la sociedad
– Reconocer la conciencia cultural y ciudadana, facilitando la cooperación internacional.
– Respetar la diversidad, permitiendo que la creatividad y la imaginación prosperen en una sociedad más tolerante.
– Desarrollar competencias de negociación, la habilidad de hacer networking y la empatía, lo que ayudará a construir soluciones y no generar resentimientos.