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El fotógrafo digital y el eterno debate

La obtención de la imagen para un fotógrafo digital y uno analógico en realidad se hace mediante una cámara oscura, en un proceso muy similar. La diferencia viene después.

En el primer caso, las imágenes se graban sobre una superficie fotosensible y se revelan después gracias a la ayuda de unos cuantos productos químicos. En el segundo, las imágenes son capturadas por un sensor electrónico que no tiene una sino muchas unidades fotosensibles, las son capaces de convertir la luz en una señal eléctrica que se digitaliza y se guarda en una memoria. He ahí la diferencia.

A partir de ahí, el fotógrafo digital trabaja enfrentándose a un debate: ¿era la fotografía mejor antes de tanta tecnología? La respuesta no puede ser absoluta porque ambos bandos de la discusión tienen argumentos que tienen sentido y porque los que dicen que sí y los que dicen de no pueden tener razón. Ambos tienen razón en algunas cosas.

Hoy en día, parece que todos podemos ser (y que todos somos un poco) un fotógrafo digital digno y orgulloso. Un pensamiento rápido y tan evidente que a veces no nos damos ni cuenta: jamás, nunca en ningún momento de la historia, se han sacado tantas fotografías como hoy en día. Cámaras en los teléfonos, en los ordenadores, en las tablets, en todo gadget que se precie. Cámaras que van con nosotros a todas partes, en todo momento. Hay un fotógrafo digital dentro de cada uno de nosotros.

Sin embargo, ¿es esto algo positivo para la fotografía o no? Bueno, quién sabe. Es cierto que con esto de que toda persona con un smartphone se crea un fotógrafo digital y un artista en potencia ha bajado mucho la media en la calidad de las fotografías que vemos cada día. Porque vemos muchas, muchísimas, algunas completamente absurdas y carentes de buen gusto, otras que lo intentan mucho mejor.

Hay quien piensa que un fotógrafo digital muy enganchado a su iPhone se pierde la vida mientras le saca fotos. ¿Quién ha estado en un concierto hace poco y no ha visto más móviles grabando que personas bailando?

Pero no cabe duda de que un fotógrafo digital profesional es otra cosa muy distinta. Y este tipo de tecnología ha facilitado la vida de muchos periodistas. Empezando por la diferencia de costes entre revelar un carrete de fotos o descargarlas directamente a tu ordenador a través de un cable USB. La capacidad de almacenamiento es otro punto indispensable, con la cantidad de fotografías que caben en una tarjeta que ocupa apenas un centímetro de largo.

En la fotografía digital, una vez hecha una foto, es posible modificarla. Un asunto básico para entender la diferencia. Estas fotos duran y no se degeneran, no pierden brillo con los años. Y, además, su formato las hace perfectas para compartir, distribuir, usar, cambiar de forma instantánea.

Sin embargo, todo fotógrafo digital tiene que oír alguna vez eso de que «esa manera de hacer fotos es mucho menos emocionante» al perder ese momento excitante de revelar aquella imagen que tomaste hace unos días. El romanticismo que rodea la fotografía analógica o química es indiscutible, las sensaciones son diferentes.

Pero las ventajas que la tecnología ha supuesto para ese mundillo también resultan obvias. ¿Te interesa este tema y quieres contactar con un experto en fotografía digital? Entonces no dudes en solicitar la ayuda de los mejores profesionales en Zaask.